Hace pocos días, el 20 de agosto, se celebró el primer aniversario del triste accidente de aviación ocurrido en el aeropuerto de Madrid Barajas el pasado año 2008. He dejado pasar unos días desde dicho aniversario para no remover aún más el dolor de las personas que lo sufrieron, pero no quería dejar pasar más tiempo sin expresar mi solidaridad y empatía con todos los afectados, incluyendo aquí, no solo a las víctimas y familiares directos, sino a los tripulantes, mecánicos de vuelo, compañeros de la tripulación e incluso a los equipos de intervención (como protección civil, bomberos, psicólogos, etc. ). Los aniversarios, como digo, suelen remover en la memoria todas las emociones y el dolor por la pérdida aunque, como todos los rituales, tienen también algo de positivo en tanto permiten compartir el dolor, la solidaridad y la comprensión. El duelo por la pérdida de personas amadas es muy doloroso, largo y laborioso. Decir que el tiempo lo cura todo es una verdad a medias pues depend...